Los estilos de crianza y cuidado infantil son fundamentales ya que influyen directamente en el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños. La manera en que los padres o cuidadores interactúan, disciplinan y brindan apoyo a sus hijos tiene un impacto significativo en su autoestima, su capacidad para formar relaciones saludables y su comportamiento en el futuro. En este apartado exploraremos las categorías planteadas y su definición respectiva.
Abordajes en el Estudio de los Estilos de Crianza
Ésta ha sido abordada mediante dos modos diferentes: en forma dimensional y en forma categorial (Baumrind, 1966. Maccoby y Martin, 1983):
Forma dimensional (tendencias): dimensiones globales componentes del fenómeno, identificadas como respuesta y demanda. La respuesta comprende manifestaciones de cariño, diálogo, implicación, contención, apoyo, calidez. Mientras que la demanda incluye exigencias, límites, prohibiciones, castigos, reglas o normas, disciplina.
Forma categorial (combinación de las dimensiones): el autoritario (alta demanda y baja respuesta), el permisivo (baja demanda y alta respuesta), el negligente (baja demanda y baja respuesta) y el autoritativo (alta demanda y alta respuesta).
Nota: Este no abarca el estilo sobreprotector el cual se caracteriza por la demanda y la respuesta parental llevadas a un grado extremo (Schaefer, 1997).
Estilos de Crianza Infantil
Estilo de Crianza Autoritario: Se caracteriza por un alto nivel de control y exigencia, con poca comunicación y afecto. Los padres valoran la obediencia y el orden, imponen normas estrictas sin explicaciones y recurren al castigo como método disciplinario. No consideran las necesidades ni opiniones de sus hijos, restringiendo su autonomía y capacidad de decisión.
Este estilo puede tener efectos negativos en los niños, como baja autoestima, inseguridad, escasa autonomía y dificultades en la socialización. Además, pueden volverse menos expresivos, poco creativos y con dificultades para tomar decisiones por sí mismos, lo que puede afectar su desarrollo emocional y social a largo plazo.
Estilo de Crianza Permisivo: Se caracteriza por otorgar gran autonomía a los hijos, con pocos límites y reglas. Los padres son afectuosos, evitan el control y la imposición de normas, y rara vez recurren al castigo. Suelen permitir que los niños tomen sus propias decisiones, incluso cuando aún no tienen la capacidad para hacerlo, y priorizan la comunicación y el afecto sobre la disciplina.
Si bien este estilo puede generar niños alegres y expresivos, también puede derivar en falta de responsabilidad, baja tolerancia a la frustración y dificultades para desarrollar autonomía e independencia. La ausencia de límites claros puede favorecer conductas impulsivas o desafiantes, afectando su adaptación social y su éxito personal.
Estilo de Crianza Democrático: S
e basa en la comunicación, el respeto mutuo y la disciplina inductiva. Los padres fomentan la autonomía de sus hijos, estableciendo normas claras y razonadas, sin imponer control excesivo. Se valora el diálogo, la negociación y el razonamiento para guiar la conducta infantil, promoviendo un equilibrio entre la disciplina y la independencia. Este enfoque permite que los niños comprendan sus derechos y responsabilidades, desarrollando habilidades sociales y cognitivas. Los padres refuerzan el buen comportamiento en lugar de centrarse en los errores y, si es necesario un castigo, lo aplican de manera justa y explicada.
En general, este estilo de crianza se asocia con efectos positivos en la socialización infantil, fortaleciendo la autoestima, la seguridad emocional y la capacidad de tomar decisiones. Los niños criados bajo este modelo suelen ser independientes, cariñosos y hábiles en sus relaciones interpersonales.

Estilo de Crianza negligente: caracterizado por un control relajado y baja reciprocidad, resulta en padres desatendidos que carecen de afecto hacia sus hijos. Estos progenitores no imponen muchas demandas ni muestran afecto, delegando la crianza a terceros. Como resultado, los niños crecen desatendidos, con baja autoestima, dificultades para cumplir normas y problemas en las interacciones sociales. Presentan problemas de identidad, baja sensibilidad hacia las necesidades de los demás y son propensos a desarrollar conflictos personales y sociales.
Estilos de Cuidado Infantil
El cuidado infantil implica salud, un "Estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de enfermedades o infecciones" (OMS, 1946).
- Cuidado emocional: Apego seguro, expresión emocional, tiempo de calidad, disciplina-estilos de crianza.
- Cuidados de salud e higiene: Higiene personal, alimentación adecuada, vacunación, revisiones médicas, ambiente limpio y seguro.

Referencias Bibliográficas
- Elizabeth, J. & González, M. (2017). Estilos de crianza parental: una revisión teórica. Informes Psicológicos, 17(2), pp. 39-66 http://dx.doi.org/10.18566/infpsic.v17n2a02
- IMSS. (23 de enero, 2024). Estilos de crianza negligente. Guarderías IMSS. https://guarderias-imss.info/estilos-crianza/negligente/#google_vignette
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